El rectorado propone quitar la convocatoria de septiembre, pasarla a julio (¿?) y aprovechar también para proponer la retirada de diciembre.
Se plantea el trazar el primer cuatrimestre de septiembre a Navidades, y empezar los exámenes inmediatamente después de las vacaciones.
La propuesta se justifica para ayudar a los administrativos durante el periodo de matriculación de alumnos en la Universidad. Aunque se comprende que se quiera agilizar el proceso de matriculación, no puede aceptarse que como contrapartida los alumnos perdamos 2 convocatorias.
¿Qué sentido tiene, para un alumno que no se presenta o suspende en junio, volver a intentarlo en julio? Si para junio no ha estudiado suficiente, difícilmente aprobará la asignatura 20 días después. Si los exámenes empiezan justo después de Navidades, ¿qué profesor nos atenderá una tutoría durante las vacaciones? Y además, como los exámenes del primer cuatrimestre empezarían ya en enero, proponen quitar diciembre.
La Asamblea de UP se opone totalmente a la propuesta del rectorado, que sí ha encontrado acuerdo y posibilidades en otras organizaciones.
La Asamblea de UP propone, como hacen otras universidades cercanas, empezar las clases el 1 de octubre y terminar los exámenes finales el 30 de junio como fecha límite. Por supuesto, manteniendo la convocatoria de diciembre tal como está ahora. Muchos alumnos no podemos venir a clase en septiembre porque todavía trabajamos aprovechando la campaña de verano, y tampoco queremos pagar un mes entero de alquiler por sólo 10 días de clase en septiembre. Además, la temporada fuerte de verano no espera a que terminemos los exámenes, nos espera el día 1 de julio para poder ganar algo de dinero y así podernos pagar la matrícula cuando volvamos en octubre.
Vicente Juan Torres Escandell, coordinador de la Asamblea de UP.
Carta d'opinió publicada a El Vicent a la seva edició del dimecres 17 de març de 2007
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