En la sección universitaria "Paraninfo" del Diario Información podéis leerlo (a continuación os lo adjunto).
Trato de analizar el contexto científico-ultracatólico y la historia más reciente de la bioética mas radical, las instituciones políticas-administrativas y la ética. Los entresijos habidos entre la ciencia, la moral y la ética no son facilmente palpables, por lo que hay que andar con mucho cuidado a la hora de poner sobre la mesa teorías científicas. De ahí viene el nombre de mi artículo: "Homofobia, Bioética y Universidad". A lo que se podría añadir: "Devenir esquizofrénico de la moral científico-moralista. El intento de tapar el sol con un dedo".
Homofobia, Bioética y Universidad
Anxo Manuel Amaro Quintas
La homofobia actualmente, lejos de ser una enfermedad o un trastorno psicológico, es el rechazo irracional a la diversidad sexual. Camuflad@s muchas veces bajo el paraguas de pseudo teorías y disciplinas científicas, hay quién trata de tapar el sol con un dedo y hacernos retroceder en la máquina del tiempo a aquellos años en los que los gays, lesbianas, transexuales, travestis, intersexuales y bisexuales eran tratad@s con electroshocks, encarcelad@s, apalead@s y repudiad@s por el simple hecho de no entrar en el canon de la heterosexualidad obligatoria.
Lejos de generalizar opiniones o corrientes dentro de la bioética, me gustaría decir que se trata de una disciplina que surge a principios de los setenta en los Estados Unidos de Norte América, marcándose como objetivo resolver y explicar como enfrentarse desde el ámbito científico ante ciertos "problemas morales" tales como el aborto, la eutanasia, la transexualidad, la bisexualidad y la homosexualidad, pero no con la misma intensidad la pederastia, ¿por qué será?
No es casualidad que esta disciplina tan reciente surja en el contexto de los setenta: el afianzamiento del movimiento LGTB y la despatologización de la homosexualidad.
Tratan de investigar y publicar trabajos, manuales y libros homófobos. El caso más llamativo fue el de Aquilino Polaino, quién a parte de ser invitado por el PP para despotricar contra los gays en el Senado ("las personas con conducta homosexual padecen una psicopatología, consecuencia de haber sido educados por padres hostiles, alcohólicos, distantes y por madres sobreprotectoras", 20-06-2005, El País), es experto en bioética y escritor de varios manuales.
Pues bien, el 31 de marzo en el "V Curso de Ciencia y Sociedad", Gloria María Tomás y Garrido, profesora de la Universidad Católica de Murcia (UCAM) experta en bioética, hizo uso de un espacio público como es la Universidad de Alicante para propagar y cuestionar, bajo un manto de cientifismo ultracatólico, si la homosexualidad y la bisexualidad pueden ser consideradas enfermedades mentales. A lo que no dudó ni un segundo en lanzar al público varias causas y contextos que propician el surgimiento de esta “enfermedad”.
Frases como: “la homosexualidad es una enfermedad”, "la bisexualidad sería otro tipo de patología", “no os deseo a ninguno el sufrimiento de este tipo de personas” y “tonterías de masturbaciones" fueron algunas de las perlas lanzadas por la experta en bioética, aunque la mejor vino al final de la charla cuando dice lo siguiente: "en ningún momento he faltado el respeto a nadie y mucho menos a una persona que fuera homosexual" para seguir con "yo creo que también me merezco un aplauso".
Desde los años setenta, organismos internacionales han ido descatalogando la homosexualidad de la lista de enfermedades mentales (Asociación Norteamericana de Psiquiatría, OMS, etc), no por cuestiones políticas como se afirma en la conferencia, sino por cuestiones científicas y por la inexistencia de pruebas y estudios que puedan afirmar lo que algun@s bioétic@s, amparándose en la Bioética, pretenden reiteradamente sin conseguirlo: reincorporar la homosexualidad y la bisexualidad en la lista de enfermedades mentales.La libertad de expresión, difusión y pensamiento son derechos que garantiza la constitución del estado español, pero al igual que libertad y libertinaje no es lo mismo, expresarse y discriminar tampoco lo és. Difundir teorías homófobas no es un derecho, pero en este caso parece ser que es el privilegio de algun@s expert@s en bioética.
Una universidad pública debe ser un espacio abierto, plural y dinámico construido por gentes de diversas etnias, orientaciones sexuales, géneros, etc. Las universidades también las forman gays, lesbianas, transexuales y bisexuales, factor importante que a veces parece no tenerse muy en cuenta.¿Qué pasaría si en las mismas teorías planteadas en la charla fuesen atacados los derechos de las mujeres o de los inmigrantes? ¿Recibiría la experta en bioética los mismos aplausos? ¿Se desencadenarían las mismas críticas?No dejemos que la homofobia mute con la bioética y legitime científicamente la desigualdad por orientación e identidad sexual, creando así una contrarrevolución científica que legitime, la homofobia, la bifobia, la transfobia y como no, la intolerancia hacia la diversidad.
Anxo Manuel Amaro Quintas
Coordinador de Universitari@s Progresistas
Miembro del Centro de Estudios de la Mujer (CEM) de la Universidad de Alicante
Para más información, acudir a la “Diáspora Queer”: www.anxoamaro.blogspot.com
Cap comentari:
Publica un comentari a l'entrada